Llegó la Navidad y el final de año y es tiempo de balances y propósitos. Por eso me ha apetecido hacer un pequeño repaso de lo que ha dado de sí este año. Cuántos retos, cuántos momentos inolvidables y cuántos aprendizajes...

Ha sido ante todo un año de seguir aprendiendo. Cuánto por aprender en esto de la mediación. Me gusta pensar que a nuestra generación - de los primeros que hemos recuperado este instrumento - nos toca equivocarnos y aprender. Otro día entraremos en algo que siempre me da vueltas: ¿venimos los mediadores del futuro o del pasado?, pero eso será en un futuro post. En fin, que ha sido un año de aprendizajes. Por ejemplo, en el mes de marzo, pude disfrutar de un taller con Joseph Folger en Madrid. Fue un auténtico placer disfrutar de las enseñanzas del autor más importante de la teoría transformativa, sobretodo sus ideas respecto a impulsar la transformación de las personas en el contexto de la mediación y como no quitarles soberanía. Me sorprendieron y a la vez me iluminaron, sus críticas hacia la técnica de la reformulación, y cómo, en cambio, plantea la técnica del espejo.
También he tenido ocasión de realizar alguna formación en nuevas herramientas como son las prácticas restaurativas. El enfoque restaurativo nos permite ampliar el espectro de problemas que atender. La mediación, tal y como la entendemos, no se puede aplicar a todas las situaciones de conflicto. Las prácticas restaurativas ofrecen un abanico de posibilidades que van desde la escucha activa, las frases afectivas, las conversaciones informales, a los círculos de diálogo y los círculos restaurativos. El aprendizaje de estas prácticas por parte del equipo nos va a permitir atender algunas situaciones que hasta ahora no contemplábamos: situaciones de acoso escolar, aulas de primaria y secundaria con mal clima,...



Este año he participado en un buen número de Congresos y Jornadas. Por primera vez me han pedido asistir a algun evento fuera de Catalunya. Las dos veces en Galicia. En el mes de junio tuve el honor de participar en el Congreso de Mediación Intrajudicial donde expuse mis ideas sobre el trabajo de mediación y su relación con los cuerpos policiales.





Me preocupa ver como a veces excluimos a los niños y jóvenes de la mediación, cuando son usuarios excepcionales por su flexibilidad y capacidad de aprendizaje. También compartí mis reflexiones sobre como los niños y sus actividades son cada vez más señalados como causantes de conflictos tanto en relaciones vecinales como en el espacio público. Uno de mis próximos posts tratará sobre este aspecto.
Recientemente he impartido, conjuntamente con mi compañera Laia González, el curso "Herramientas y estrategias para la mediación y la convivencia en el marco de las bibliotecas" organizado conjuntamente entre el Colegio de Bibliotecarios y el Colegio de Educadores Sociales. Es interesante ver como los sistemas tradicionales de resolución de conflictos (normativas, sanciones, castigos,...) no ofrecen respuestas que generen bienestar y cohesión social. Cada vez más se nos requiere a los profesionales de la mediación para asesorar a otros profesionales para mejorar en su forma de gestionar conflictos y para avanzar en un cambio de modelos de los patrones para regular la convivencia en las instituciones.
Un año más, he continuado con mi labor de Supervisión a los mediadores de la provincia de Barcelona. Ha sido un año de aprendizajes y de buenas experiencias. Han sido muchos los temas que hemos trabajado en este año: la capacidad, y como se trata de un concepto que debe ser flexibilizado y revisitado; la imparcialidad, sobretodo qué pensamientos internos llevan al mediador a poder legitimar a ambas partes con la misma intensidad para que su posición de tercero imparcial sea genuina, como acceder a las segundas partes, como centrarnos más en las personas que en los procesos,... Es un lujo y un aprendizaje continuo acompañar a mis compañeros mediadores en este espacio. En el marco del espacio de Supervisión, también he conducido dos monográficos. Uno sobre la gestión de conflictos por el uso del espacio público, y otro sobre la mediación reparadora, cuando se ofrece como alternativa al pago de una sanción por haber incumplido ordenanzas municipales. Este tema también merece un post en los próximos meses.
Y finalmente, pero lo más importante, seguir coordinando y disfrutando de trabajar, un año más, en el Servicio de Mediación Comunitaria del Ayto. de L'Hospitalet. Hemos visto como se incorporaban nuevas personas en el equipo, renovándose así las energías y los proyectos. Es imposible aquí resumir todas las acciones que se llevan a cabo para prevenir y gestionar conflictos (talleres, cursos, acciones de prevención, proyectos compartidos con otras areas y entidades,...) Hemos acompañado a un centenar de mediadores escolares y a sus profesores en su labor, formado a unos 40 profesores de primaria en prácticas restaurativas, a unos 50 policías locales, padres y madres de educación infantil, alumnos de secundaria, jóvenes de planes especiales de formación,... Han sido también muchas las mediaciones (vecinales, familiares, asociativas,...). Tantas y tantas personas a las que hemos tratado de acompañar en momentos difíciles. Algunas de ellas han podido solucionar sus conflictos porque confiaron en ellas mismas y en la mediación. Otras no pudieron, o no supimos como ayudarlas. Debemos revisar nuestras actuaciones para mejorar día a día.
Son muchos los retos para el próximo año. A nivel de servicio ya estamos gestionando los primeros casos de acoso escolar. Gracias a Neus Camacho, y al Servicio de Mediación Comunitaria del Ayto de Sabadell, el referente en estos temas, nos hemos atrevido a intervenir en este tipo de situaciones. Con esa finalidad nos hemos formado y preparado para aplicar las prácticas restaurativas a esta tipología de conflictos. También seguimos trabajando para avanzar en un plan de prevención de la radicalización en la ciudad, con todos los agentes con los que tenemos complicidad. El año que viene se ven venir grandes logros en este sentido. Finalmente, continuaremos contribuyendo a que las personas que practican religiones minoritarias en la ciudad se sientan reconocidas y puedan celebrar sus prácticas religiosas con normalidad, tanto en el espacio público como en los oratorios. Los jóvenes seguirán siendo una prioridad, y los centros de primaria, en los cuales estamos empezando a intervenir desde hace pocos meses. A por el 2017 !
No hay comentarios:
Publicar un comentario